Pan de leche condensada

El pan es un alimento de los que no puedo prescindir, ya sea en su versión salada acompañando a las comidas o en la dulce. Me gusta disfrutar de una rebanada de este fantástico pan de leche condensada a mitad de la tarde cuando llego a casa de trabajar. Realmente me reconforta y ya verás que si lo pruebas tendrá el mismo efecto en ti.
Lo primero que vamos a hacer es disolver la leche condensada en la leche tibia y le agregamos la levadura desmenuzada.
En un recipiente amplio colocamos la harina con la pizca de sal y el azúcar, luego agregamos los huevos de a uno y la mantequilla que estará tipo pomada. Integramos estos ingredientes lo mejor posible y le sumamos la leche condesada disuelta en la leche tibia con la levadura.
Volcamos sobre la mesa y amasamos muy bien hasta lograr que quede un bollo tierno y liso. Si hiciera falta agregar un poco más de leche tibia o de lo contrario harina lo hacemos.
Colocamos el bollo sobre una placa apenas aceitada y cubrimos flojamente con film o un paño, dejamos leudar al doble de su volumen en un lugar tibio, como al lado de un radiador o del horno.
Una vez leudado, separamos en dos bollos, damos la forma deseada, lo colocamos sobre la placa apenas aceitada y volvemos a dejar leudar unos 15 minutos (siempre en lugar cálido). Cuando pase este tiempo pintamos los panes con un pincel de cocina.
Llevamos al horno precalentado a 200º y cocinamos por 30 a 35 minutos, algo que dependerá de tu horno.
Es importante para que el pan conserve una buena humedad que en la base del horno coloques un recipiente con agua durante la cocción.
Como mejor está este pan de leche condensada es calentito, asique si no lo consumes inmediatamente siempre puedes tostarlo. Junto con una taza de té caliente se convierte en una maravilla.