Esta receta de pan con cebolla la aprendí de mi padre, que desde que lo hago yo no ha vuelto a hacerlo, pero bueno.
Primero trabajamos con la cebolla, que la pelamos y la cortamos en trozos muy pequeños. Ponemos una sartén con aceite en el fuego y echamos la cebolla, untándola bien con el aceite y sofriéndola hasta que se poche. Una vez lista, la retiramos de la sartén y la dejamos apartada para más adelante.
Ponemos en un bol grande la masa madre, el agua, la sal y la levadura desmigada, y amasamos bien hasta que la masa madre se disuelva en el agua. Entonces es cuando echamos la harina y volvemos a amasar bien para que se mezcle todo. Entonces, añadimos la cebolla, que ya estará fría, y la mezclamos bien con la masa para que se integre bien en ella.
Conseguida nuestra masa, hacemos las formas de panes que nosotros queramos y les hacemos unos cortes por encima. Los tapamos por encima con un paño templado y los dejamos reposar hasta que doblen su tamaño.
Precalentamos el horno a 200º y metemos los panes bajándolo a 180º durante 45 minutos. Retiramos y los dejamos reposar para que se enfríe antes de comerlos.