Hacer pan casero es muy sencillito y, si tienes hijos, es una buenísima idea para que se diviertan un rato en la cocina. Tener cuidado con ellos a la hora de utilizar el horno pero, por lo demás, lo único que se necesita es un buen delantal.
Colocar la harina en un bol bastante amplio y cómodo en forma de corona, añadiendo junto la sal. En el hueco que queda en el centro, colocar la levadura, el agua y la grasa. Moldear la masa hasta integrar todos los ingredientes y dejar hecha una bola de masa, que se debe dejar reposando durante una hora para que levite.
Pasada esta hora, dividir la masa en dos porciones y darles la forma deseada. Colocar los panes caseros en una placa enharinada lo separados posible, y dejarlos leudar en un lugar fresco.
Una vez hayan vuelto a levitar, meterlos en el horno a 200º C hasta que se doren.