Lo primero que tenemos que hacer es cortar las chalotas (o si no tenemos la cebolla) en cuadraditos pequeños y freirlos hasta que queden bien doraditos. De hecho lo suyo es dejarlos crujientes. Una vez estén listos los sacamos y los dejamos con papel de cocina para quitar el aceite sobrante.
Calentamos 3 cucharadas de aceite de oliva (aunque lo ideal es de cacahuete) y echamos una cucharada de jengibre, una de cilantro bien picado, el chile en rodajas y una cucharadita de pimentón dulce. Tenemos que removerlo rápido y tenerlo menos de un minuto, para que no se queme. En seguida añadimos una zanhoria rallada en trozos grandes y seguimos moviendo, que vaya mezclándose todo.
Ahora echamos una cucharada de salsa de soja y una de kétchup (este es el truco) y removemos todo bien. Añadimos el arroz ya cocido y subimos el fuego para que este se fría. Podemos por ejemplo añadir unas gambas o pollo frito, le da un toque extra para completar este plato.
Cuando veamos que todo se ha mezclado bien y el arroz se ha frito ligreramente estará listo.
Receta enviada por Salvatorero