Mermelada de membrillo

La palabra mermelada viene precisamente del fruto del membrillo, que en portugués se dice mermelo, y se dicen que ya los griegos preparaban un dulce de este fruto con miel. La receta que os traigo hoy es la de una estupenda mermelada de membrillo, que untada sobre una rebanada de pan con un poco de queso crema, es un auténtico manjar de dioses,

En primer lugar lavamos bien los membrillos, para luego pelarlos y picarlos a trozos, quitándoles el corazón que contiene las pepitas, y ponemos los trozos en una olla junto con 2 vasos de agua, y lo dejamos cocer durante unos 30 minutos, ya que no debe quedar deshecho, sino solo blando.
En ese momento lo trituramos y lo pasamos por el chino para que sea una crema suave y sin grumos. Hecho esto pesamos la cantidad que nos ha salido y añadimos la misma cantidad de de azúcar que de pulpa de membrillo tenemos. Lo ponemos en una cacerola u olla y mezclamos bien y dejamos que cueza durante unos 10 minutos.
Entonces añadimos el zumo del limón y lo dejamos cocer 5 minutos más, moviéndolo con una cuchara de madera para que no se nos pegue, y lo apartamos del fuego. Dejamos que se enfríe la mermelada y la metemos en tarros de conserva esterilizados y cerramos bien.

Consejos:
Para asegurarnos una mejor conservación de la mermelada de membrillo, cerramos los tarros al vacío poniéndolos al baño maría, pero lo aconsejable es poner siempre una etiqueta en el tarro con la fecha en que se hace.