Dicen que los mejillones al vapor es uno de los platos más sanos que podemos comer, pero yo lo he enrevesado un poco porque a mí me gusta condimentar bien mis platos. Así que estos mejillones a la marinera se quedan bastante lejos de la simplicidad de los otros, aunque me encantan de las dos maneras.
Lavamos bien los mejillones y les quitamos todas las impurezas que tengan. Ponemos una olla con agua a calentar, y metemos dos dientes de ajo enteros, una hija de laurel y una pizca de sal. Añadimos los mejillones y tapamos la cazuela. Debe estar cociendo hasta que los mejillones se abran. Una vez abiertos, los sacamos sin tirar el caldo, que lo colamos, y los escurrimos.
Cortamos la cebolla en juliana, pelamos los ajos y los partimos por la mitad, y pelamos el tomate y lo cortamos en trozos pequeños.
En la misma cazuela de los mejillones, para economizar, ponemos aceite a calentar y echamos la cebolla y los ajos. Los dejamos sofriendo hasta que la cebolla esté transparente y echamos el tomate. Removemos bien para que se mezcle todo y se sofría junto a fuego lento, hasta que el tomate quede deshecho.
Una vez hecho el sofrito, añadimos a la cazuela una parte del caldo de la cocción de los mejillones, echamos la sal y la pimienta al gusto, y los dejamos cocer 10 minutillos removiéndolo bien, siempre controlando que no falte caldo.
Por último, añadimos los mejillones con una parte de la concha solo y los dejamos cocer unos 3 minutos más junto al sofrito, para que se empapen bien de sabor.