Mantecadas salmantinas

No soy de Salamanca, pero una de es recetas de dulces preferidas, ya sea para hacer o comer, es la de estas mantecadas salmantinas. Son unas pastas deliciosas, y más si las acompañas con una buena taza de te caliente.

Lo primero que se hace es que en una fuente de horno o bandeja ponemos a hornear la harina sola hasta que adquiera un color tostadito, la pasamos por el tamiz vertiéndola en un cuenco y añadimos el azúcar, la levadura, y la manteca blandita, y lo mezclamos bien con las manos durante unos 10 minutos hasta conseguir que no se nos pegue a los dedos.
Lo siguiente que haremos será añadir las almendras hasta mezclarlo bien. Hecho esto lo ponemos en una superficie lisa espolvoreada de harina y estiramos con la ayuda del rodillo hasta que tenga la masa un grosor de más o menos medio centímetro. Vamos dando forma a las mantecadas salmantinas, ya sea redonda o cuadrada, y las ponemos en una bandeja de horno previamente engrasada con un poco de mantequilla y espolvoreada de harina, habiendo quitado la sobrante sacudiéndola.
A continuación las metemos al horno para que se cocinen, que tendremos que haber puesto previamente a calentar a una temperatura de 180 grados , sobre alrededor de unos 25 ó 30 minutos, tiempo tras el cual las sacamos y dejamos enfriar, para que se endurezcan y queden crujientes al comerlas y las servimos espolvoreadas de un poco de azúcar glas. Se conservan las mantecadas salmantinas estupendamente bien en cajas de lata.

Trucos y consejos:
La receta original pone que se debe de usar manteca de cerdo, y la verdad es que yo no soy muy partidario de cambiarla, pero si queréis también podéis usar mantequilla o margarina. El sabor variaría en función de lo que usemos per siguen siendo igual de deliciosas.