Helado de Mango cremoso

Disfrutar de un delicioso helado de mango es algo mucho más fácil de lo que puedas llegar a creer. Yo lo suelo hacer bastante a menudo, ya que con esta receta queda realmente cremoso y rico, y estoy segura que resultará el broche final ideal para cualquiera de tus comidas. Lo primero que tenemos que hacer es pelar los mangos y los cortamos en trocitos. Vertemos los trozos en un recipiente y los trituramos con un batidor eléctrico y cuando estén un poco triturados añadimos la nata para montar, el huevo y la leche condensada. Lo batimos con la batidora eléctrica o con una licuadora hasta que quede todo muy bien mezclado y nos quede una crema muy suave y sin grumos. Cuando ya tengamos esta crema hecha, la pondremos en un recipiente que pueda ir al congelador. Lo dejaremos en el congelador durante aproximadamente una hora, y una vez pasado ese tiempo, lo sacaremos y con una espátula moveremos la masa del helado, sobre todo por la parte de debajo del recipiente y por los lados, para que no se formen cristales de hielo producto de la congelación. Esta operación la repetiremos tres veces más, es decir cada hora lo sacamos del congelador y lo removemos y así nos quedará un helado mucho más cremoso. Cuando hayamos terminado todos estos pasos, lo dejaremos en el congelador durante unas 4 o 5 horas más y así ya estará listo para degustarlo. Para que no esté tan helado y así estará más cremoso, lo mejor es que antes de servir este fantástico helado de mango es preferible dejarlo un ratito en el frigorífico. Para acompañar a este helado de mango, he cogido otro mango maduro y lo he triturado en la batidora junto con 2 cucharadas de azúcar, formando así un puré que pondré por encima del mismo cuando lo vaya a servir.