El gratinado de verduras es típica en casa de mis padres, por eso me gusta continuar con la tradición y convertirla en el plato de mi casa. Espero que os guste y que disfrutéis cocinándolo, porque la verdad es que el resultado es espectacular.
En primer lugar hay que pelar las patatas y la berenjena, lavarlas y los cortarlas en rodajas. La cebolla se corta en juliana, o en trozos grandes al gusto.
Repartir las diferentes verduras en una fuente, que se pueda meter al horno, por capas salpimentándolas, y poniendo entre cada capa un poco de queso rallado. Seguir haciendo capas terminando con una de patatas. Espolvorear toda la superficie con queso rallado.
Ya precalentado el horno a una temperatura de 180ºC, meter la fuente con la fuente con las verduras y dejarla durante unos 45 minutos, o un poquito más. En los últimos 5 minutos subir la temperatura para que se gratine la capa superior.
Así de fácil se hace este gratinado de verduras. Perfecto para servir tanto como acompañamiento como plato principal.