Gratinado de champiñones

Una forma de comer verduras, si no te gustan las verduras, es cocinarlas "escondidas" en otro plato o con otros alimentos que disimulen su sabor. Este de champiñones es el claro ejemplo de un plato así. Era la técnica que utilizaba mi madre para conseguir que yo me comiera las verduras y ahora es la técnica que utilizo yo. Lo primero que hice fue lavar bien bien los champiñones, que no les quede nada de tierra. Los dejé escurriendo mientras iba limpiando y calentando la sartén. Los hice a taquitos chiquitines (en un principio había pensado rellenar mini volovanes jeje) A continuación en la sartén puse los ajo pelados y partidos por la mitad a que se sofriesen. Cuándo estaban algo doraditos entonces, seguidamente añadí los champiñones hasta que se que hicieron bien, blanditos y ya de color verdoso-marrón. (los champiñones se quedan en nada así que contemplarlo porque sino luego queda con poca sustancia) Los escurrí el aceite, los retiré los ajos y los dejé en un plato mientras hacía la bechamel. Yo la bechamel la hago a ajo con la leche, harina, un poquitín de mantequilla y el toque de nuez moscada. Voy haciendo hasta que coge la textura que busco, lo hago a ojo. En una fuente de horno puse los champiñones, luego la bechamel y por encima queso. Lo metí al horno y cuándo estaba todo dorado y gratinado, lo saqué. Este gratinado de champiñones está muy bueno. CONSEJOS: -La próxima vez que lo haga voy a meterlo en una masa de hojaldre o masa quebrada para hacer tipo pastel.