La gelatina de almíbar con rodajas de plátano no es un postre muy ligero pero está tan bueno que merece la pena hacerlo y probarlo. ¡El postre siempre es lo mejor!
Se pelan las frutas, se les quita el carozo y se ponen a hervir en una cacerola con el agua, el azúcar y el zumo de limón. Una vez que estén tiernas y el líquido se haya reducido casi a la mitad quedando un almíbar, se retiran del fuego.
Retirar las frutas del almíbar, escurrirlas bien y comerlas solas.
Mezclar el almíbar con las láminas de gelatina, previamente hidratadas en un poco de agua fría, y ponerlo al fuego. Una vez se disuelvan las láminas de gelatina, se retira del fuego y se echa en un bol o en varios, dependiendo de cómo se quiera presentar.
Una vez fría la gelatina de almíbar, se añaden las rodajas de plátano sumergiéndolas un poquito, y se deja en la nevera.