Gazpacho

El gazpacho compite con la paella… como el plato español más conocido en el mundo entero… lo cierto es que, con mayor o menor acierto, está presente en cartas de restaurantes de medio mundo, desde Nueva York a Delhi, de Tokio a Montevideo, y de Melbourne a Ciudad del Cabo. Esta receta, originaria de Andalucía, es un magnífico hidratante, no solo por su alto contenido en agua, sino por los minerales que contiene: sodio, potasio, magnesio. ¡Que no falte una jarra de gazpacho en tu nevera durante el verano!.

Paso 1:

En primer lugar, escalda los tomates y pélalos. Para ello, acerca un cazo con abundante agua al fuego. Mientras se va calentando, haz un corte en forma de cruz sobre la piel del tomate, en su base. Cuando el agua esté hirviendo, ve metiendo los tomates y mantenlos durante unos segundos… apenas 30 segundos será suficientes. Sácalos y pásalos a un bol con agua y hielo, para que se corte la cocción. El cambio brusco de temperaturas será el que haga posible que la piel del tomate se desprende con total facilidad… apenas tirando de ella.

Paso 2:

Una vez que el tomate esté pelado, retírale las pepitas… ¡ah! y ni si te ocurra tirar estas pepitas, las puedes aprovechar en alguna otra elaboración, como por ejemplo una ensalada.

Paso 3:

Pela también los trozos del pepino y retírale también las pepitas en caso de que tuviera muchas. Limpia el pimiento, pela la cebolla y el diente de ajo. Corta las verduras en trozos de tamaño medio.

Paso 4:

Tritura todas las verduras junto con un poco de vinagre, sal y una rebanada de pan de molde sin corteza. Tritúralo todo bien hasta que quede muy suave. Prueba el sabor… por si necesitas rectificar alguno de los sabores: sal, vinagre, ajo, cebolla. Según te guste más o menos espeso, también puedes añadir un poco más de pan.

Paso 5:

Cuando el gazpacho tenga la textura adecuada, añade al aceite poco a poco hasta conseguir el sabor que quieres.

Paso 6:

Guarda en la nevera durante al menos 3 o 4 horas… aunque si pasa una noche entera, mejor que mejor. Los sabores se integrarán y el gazpacho estará delicioso.

Presentación:

Hay mil maneras de tomar el gazpacho… hay a quien le gusta viudo, es decir, que lo toma solo, bebido como si fuera un refresco. Aunque lo normal es que lo sirvas en un bonito plato hondo, y lo acompañes de un poco de tomate picado, otro poco de pimiento, cebolla, pepino y unos trocitos de pan también picado… cada en un bol, para que cada comensal se sirva a su gusto. Eso sí, siempre bien fresquito.

Sugerencia:

Prueba a elaborar esta receta de gazpacho tradicional con el vinagre de Jerez marca DIA, le dará un toque de sabor a tu gazpacho y una personalidad de lo más interesante. ¡Una vez que lo pruebes no querrás usar otro!

En demos la vuelta al día: Escaldar, la cocción saludable.