Garbanzos en aceite de oliva y piñones

Una estupenda forma de conservar la legumbre, y en especial los garbanzos es con aceite. Por norma general yo suelo tener un bote con unos garbanzos en oliva y piñones siempre en la nevera, por si no sé qué hacerme un día para cenar y comerlos como ensalada, o para servir a mis amigos como tentempié, Son muy ricos.

El día anterior a preparar esta receta hay que colocar los garbanzos en un cuenco y cubrirlos de agua. Dejarlos en remojo toda la noche.
Al día siguiente, hervir los garbanzos en abundante agua hasta que queden tiernos pero sin que suelten la piel.
En ese momento vamos a escurrirlos y los tenemos que dejar enfriar.
Cuando estén bien fríos los condimentamos con sal, la pimienta negra molida, los piñones y el aceite de oliva.
Los guardamos en frascos de cristal con tapa y los conservamos en la nevera hasta el momento de servirlos. Estos garbanzos en oliva y piñones son perfectos para comer en cualquier momento, ya sea en forma de ensalada o si los machacamos los podemos servir como dip con unas verduras crudas.

Trucos y consejos:
Lo mejor es que para hacerlo el aceite deba casi cubrir completamente los garbanzos.
Para hacerlos más especiales podemos añadir al aceite de maceración alguna especia más. Prueba a echar un poco de pimentón o comino además de alguna hierba aromática como romero o tomillo.