Galletas de azúcar con glaseado real
Estas galletas de azúcar con glaseado real son absolutamente fabulosas. La galleta de por sí ya está rica, pero el glaseado la termina de completar. Son fáciles de hacer, y llegada estas fechas navideñas, podéis decorarlas con motivos de las fiestas e incluso hacerlas con los más pequeños de la casa para divertiros juntos durante una tarde.
En primer lugar vamos a preparar las galletas de azúcar.
Batimos la mantequilla con el azúcar en un cuenco hasta que obtengamos una masa ligera y cremosa.
Añadimos ahora el huevo junto con el azúcar avainillado y mezclamos bien.
Tamizamos la mitad de la harina en el bol y mezclamos con la mezcla anterior. Tamizamos la otra mitad de la harina y volvemos a mezclar hasta obtener una masa suave y homogénea. La envolvemos en papel film y la dejamos reposar durante una media hora en la nevera hasta que tome consistencia.
Pasado ese tiempo estiramos la masa con rodillo sobre una superficie lisa ligeramente enharinada hasta alcanzar unos 4 mm de espesor y con un cortapastas damos forma a nuestras galletas.
Ponemos las galletas alineadas en una bandeja de horno forrada con papel vegetal y cocinamos en el horno precalentado a 180º durante unos 10 o 15 minutos. Las sacamos del horno y las dejamos enfriar a temperatura ambiente antes de ponernos a decorarlas.
Hechas las galletas y mientras estas se enfrían, vamos preparando el glaseado real. Para ello tamizamos el azúcar glas en un cuenco. Añadimos las claras de huevo y la esencia de vainilla en el caso de que queramos echarla.
Lo batimos todo junto con la batidora eléctrica, a velocidad suave, entre 4 y 5 minutos. En el caso de que batamos la preparación manualmente nos llevara alrededor de unos 6 a 7 minutos. El glaseado debe quedar como una mezcla suave y brillante. Si parece seco, añadimos unas gotas de agua, pero gota a gota, y mezclaremos de 1 a 2 minutos más.
Cuando las galletas estén frías pasamos a decorarlas con el glaseado.
Las disponemos sobre sobre una rejilla del horno. Podemos poner debajo de la rejilla una bandeja de horno para que a la hora de decorar el exceso de glaseado gotee sobre la bandeja y no sobre la superficie de la cocina.
Vertemos el glaseado en una manga pastelera con la boquilla muy fina y decoramos cada galleta como más nos guste. Ahora que estamos en Navidad podemos hacer unos motivos adecuados para estas fechas, pero si no también puedes cubrirlas enteramente con el glaseado, dejando que caiga por los lados de las mismas.
Dejamos secar el glaseado hasta que se quede duro.
