Una galleta al disco puede ser muy útil para muchos tipos de platos, desde haciendo de sustituta del pan hasta juntándola con un ingrediente dulce. Deja volar tu imaginación y acompáñala de lo que más te guste.
En un bol grande y cómoda, pon la harina, la sal y el agua caliente, y ve formando una masa elástica, suave y manejable, sin ningún grumo. Ya que la harina es complicada de trabajar, tómate tu tiempo para hacer que la masa quede perfecta.
Una vez lista la mezcla, vuélcala sobre la mesa de trabajo y estírala en porciones individuales formando unos discos.
Pon cada galleta al disco en la sartén dejándola dorarse por los dos lados, hasta que esté al gusto. Si las quisieras dulces, echas un poco de azúcar por encima cuando están en la sartén y comienza a derretirse. Entonces, dales la vuelta medio minuto más.