El atún es, sin duda alguna, el rey de los mares. En este plato se alía con las alubias: dos ingredientes perfectos para una receta fácil y diferente.
Paso 1:
Descongela los filetes de atún -si has optado por el pescado congelado, que da muy buen resultado- y ponles sal y pimienta. Pica en finas láminas el ajo.
Paso 2:
Para confitar el atún, en un cazo o cacerola con profundidad y en el que quepan bien todos los filetes, pon abundante aceite de oliva virgen extra. El aceite tiene que cubrir completamente el pescado. Acerca al fuego, muy suave, con las láminas de ajo e incorpora los filetes de atún. Cocina a temperatura muy baja. El pescado no debe freírse, sino cocerse en el aceite, para ello mantenlo a fuego suave. No pasa nada si queda un poquito crudo por dentro, en realidad, ese es el punto adecuado para esta receta.
Paso 3:
Pica la cebolla y las hojas de albahaca lavadas, corta en daditos el pimiento y mezcla todos los ingredientes con las judías coladas del agua de su bote.
Aliña con un poco de sal, el aceite y el vinagre.
Presentación:
Para la presentación, coloca un molde sobre el plato elegido, o sobre una pizarra y pon dentro la ensalada de judías. Quita el molde, coloca el filete de pescado encima y adorna con una hojitas de albahaca enteras. Si quieres, también puedes terminar con un poco de reducción de vinagre balsámico.