Esqueixada de bacalao con cebolla y tomate

Este plato era típico de mi casa los jueves por la noche. Mi madre pensaba que los jueves noche nos tenía que animar con algo rico para terminar la semana y, como nosotros adorábamos la esqueixada de bacalao, tomate y cebolla, pues ella nos la hacía. Yo creo que, en realidad, quería que nos portáramos bien porque llegaba agotada al final de la semana, que es lo que me pasa a mí ahora con mis hijos.
Ponemos el bacalao en agua a remojo la noche anterior. La cambiamos un par de veces para que se quite el exceso de sal y listo. Lo escurrimos bien y le quitamos la piel y las espinas. Cortamos el bacalao en tiras finas y lo echamos en un bol.
En este mismo bol echamos las cebollas cortadas a cuadraditos pequeños. Pelamos los tomates cortados en dados y los echamos al bol junto con todo lo demás. Lo mezclamos bien y añadimos las aceitunas negras. Echamos aceite en abundancia y lo removemos bien para que se extienda por todo el bol. También se puede echar vinagre de Módena.
Lo metemos al frigorífico para que se enfríe bien antes de servirlo.