Ensalada improvisada

¿No os ha pasado alguna vez que has llegado a casa hambrienta y no tenías nada para hacer, asique te ha tocado mezclar lo primero que has encontrado en la nevera? Bueno pues a mí sí. Y de unos de esos días viene la receta de esta ensalada improvisada. El resultado me gustó tanto, que me aprendí los ingredientes y suelo repetirla bastante a menudo. Pruébala.

Lo primero es colocar el contenido de la bolsa de lechugas como cama en una ensaladera o fuente, puede ser cualquier tipo o variedad de lechuga, al gusto de cada cual, y espolvoreamos por encima un poco de sal.
Por otro lado en una sartén con un chorrito de aceite de oliva salteamos y doramos un poco las nueces junto con las pasas y lo repartimos luego todo, incluido el aceite, por encima de las hojas de lechugas.
Partimos a daditos el fiambre de pechuga de pollo y los añadimos también, así como los tomates limpios y picados, o sino enteros ya que son cherry.
Partimos el queso de cabra en dados y los echamos en la ensalada, y la aliñamos con otro poco de aceite y vinagre de módena.
Hecho esto ya estaría lista para degustar esta deliciosa ensalada improvisada.

Trucos y consejos:
Lo mejor de las ensaladas es el contraste de sabores y texturas en la boca.
Si queréis podéis poner un poco de azúcar sobre el queso de cabra y caramelizarlo, en lugar de ponerlo directamente en la ensalada. El contraste que se produce entonces entre el dulce y salado es fantástico.