Ensalada de lechuga, pepino y cacahuetes

En verano lo más típico es comer ensaladas, pero no porque sea lo más típico, sino porque hace un calor asfixiante y no te vas a hacer un cocidito. La cosa es ir cambiando de ingredientes y dejar lo básico para no aburrirnos. Esta ensalada de lechuga, pepino y cacahuetes es una invención de verano, cuando estaba trabajando en agosto y me iba a dar algo. Espero que la disfrutéis más de lo que la disfruté yo.
Lavamos la lechuga y la escurrimos bien. La cortamos en trozo asequibles para comerlos sin tener que utilizar el cuchillo y la ponemos en la fuente en la que vayamos a poner toda la ensalada en conjunto.
Lavamos y pelamos el pepino (si os gusta, lo podéis poner con piel, es una cuestión más personal que otra cosa). Lo cortamos en gajos o en rodajas, como prefiramos, y lo echamos a la fuente. Le damos un par de vueltas para que se mezcle con la lechuga.
Por último, echamos los cacahuetes y los esparcimos bien por toda la ensalada. La salamos a nuestro gusto y echamos el aliño que prefiramos, que no tiene por qué ser aceite, también puede ser una salsa de yogurt o una mezcla de vinagres.
¡A disfrutar!