Ensalada de lechuga con rábanos

Para hacer esta ensalada de lechuga con rábanos no hay que invertir mucho tiempo, lo único que hay que tener en cuenta es hacerla justo antes de comerla para que la lechuga no se ponga fea. Si sobra y guardamos, lo tapamos bien con papel transparente para evitar que se estropee mucho. Aunque la lechuga cambie de color, aguanta perfectamente buena de sabor.
Lavamos todas las verduras, fritándolas bien con el agua, y las escurrimos. Cortamos el tomate en rodajas redondas y hacemos lo mismo con los rábanos.
Por otro lado, lavamos muy bien la lechuga y la escurrimos. La cortamos en trozos que se puedan comer sin utilizar el cuchillo y la reservamos. Picamos la albahaca fresca y pelamos y rallamos la zanahoria, y lo dejamos listo para preparar la ensalada.
Ponemos los ingredientes como más nos gusten, siempre dependiendo de la ocasión, y los mezclamos bien. Añadimos sal, pimienta, aceite y vinagre de manzana (si tenemos) al gusto, y lo removemos de nuevo.