El guiso de la abuela

El guiso de la abuela es ese plato que siempre añoramos y que nadie cocina igual. No hay nada más rico que comer un guiso de ella cuando hace frío. A mí es lo que más me gusta y con lo que más disfruto. Yo lo suelo cocinar los lunes, después de estar todo el fin de semana comiendo en bares o a deshora. Espero que os guste esta receta y que os animéis a hacerla. ¡Os encantará!
Lo primero que haremos será aderezar la carne picada, la salpimentaremos, añadiremos el huevo, la leche y un poco de pan rallado y lo dejaremos reposar en la nevera mientras freímos el pollo.
Después, vamos a freír el pollo en abundante aceite y reservaremos.
Mientras se fríe el pollo, tenemos que laminar las zanahorias y el champiñón.
A continuación, vamos hacer las albóndigas y las tenemos que freír en el mismo aceite de freír el pollo. Una vez hecho esto, reservaremos.
Seguidamente, cortaremos la cebolla y laminaremos el ajo
Luego, quitaremos la mayoría del aceite, dejando un poco para hacer el sofrito. Cuando esté bien pochado, vamos a echar la harina y vamos a cocinarla un poco. Ahora, vamos a echar el vino, dejaremos que evapore el alcohol, añadiremos las carnes y las verduras, cubriremos con agua, salpimentaremos y dejaremos que el guiso de la abuela cueza durante una hora.
Finalmente y pasado el tiempo, ¡a comer!

¡Buen provecho!