Un plato estupendo y riquísimo que permitirá que, en esas meriendas o cenas informales con amigos, salgas del A B C del embutido y otras tapas recurrentes. La receta es muy sencilla y, como se come fresca o a temperatura ambiente, puedes tener preparada por adelantado esta crema para "mojar"... o, como se dice ahora, para hacer "dip".
Paso 1:
Limpia las alcachofas si las has comprado frescas, o enjuágalas si has optado por bote, o descongélalas si has optado alcachofas congeladas. Para esta receta van perfectamente las de bote. Haz lo mismo con las espinacas.
Paso 2:
Pela y pica muy finito los dientes de ajo. En una olla, pon un chorrito de aceite a calentar a fuego medio. Rehoga el ajo y las espinacas. Como soltarán mucha agua, sube el fuego.
Paso 3:
Cuando las veas ya bien hechas, añade la nata y espera a que hierva un poco. Añade el queso, el perejil y las alcachofas, partidas en cuatro cuartos. Deja cocinar desde que empiece a hervir 5 minutos a fuego medio. Es importante moverlo bien e ir rascando el fondo para evitar que se pegue. Corrige el punto de sal y muele un poco de pimienta fresca por encima.
Presentación:
Deja enfriar un poco y sirve en un cuenco, acompañado con pan tostado o picos