Croquetas de queso azul

Las croquetas de queso azul seguramente sea uno de mis aperitivos preferidos. No suelen faltar en ninguno de mis cócteles, y muchas veces las hago por el simple placer de disfrutar de ellas. No os podréis resistir a ellas en cuanto las probéis, terriblemente suaves, cremosas y deliciosas a partes iguales. En primer lugar fundimos la mantequilla, a la que vamos incorporando harina y leche poco a poco sin dejar de remover para que no nos haga grumos hasta que la mezcla empiece a hervir. En ese momento incorporamos el resto de la leche y dejamos cocer hasta obtener una masa ligera. En el momento en que hayamos obtenido la textura deseada, metemos el queso roquefort que previamente hemos desmenuzado con la bechamel, lo dejamos cocer unos minutos hasta que el queso este bien integrado en la masa de las croquetas. Probamos y salpimentamos para luego retirarlo del fuego. Vertemos la masa en una fuente y dejamos que se enfrié. En el momento de que la masa quede consistente para poder manejarla, hacemos bolitas con la masa, las pasamos por huevo y después por pan rallado. Yo al pan rallado suelo añadirle unos cereales de esos de maíz para el desayuno bien machacados y que así quede más crujiente el exterior. En una sartén calentamos abundante aceite y freímos las croquetas de queso azul. Cuando estén bien doradas las sacamos y ponemos en un papel vegetal para que absorba el exceso de aceite y ya las tenemos listas para servir.