Cronuts caseros

Los cronuts caseros son de esos pequeños pecados que nos podemos permitir de vez en cuando, y digo pecados porque las calorías son tan altas que no son compatibles con ningún tipo de dieta. Pero es que están tan buenos…

En primer lugar cogemos la leche y el agua y lo ponemos en un bol. Ponemos la levadura con ellos y mezclamos.
Por otro lado cortamos la mantequilla fría en trozos más pequeños y lo echamos en el vaso de la batidora junto con la harina. Lo trituramos todo junto, quedándonos una especie de granulado.
Añadimos el resultado al bol de la leche, junto con el azúcar y la sal. Mezclamos bien hasta tener una masa homogénea.
Dejamos reposar la masa durante unas dos horas en un cuenco tapada con papel film.
Pasado ese tiempo, sobre una superficie enharinada extendemos la masa hasta más o menos 1 centímetro de grosor. En este punto doblamos la masa sobre sí misma tres veces y volvemos a extenderla con ayuda del rodillo.
Repite esta operación otras tres veces.
Hecho esto, la volvemos a cubrir con papel film y la llevamos a la nevera a reposar otras 4 horas.
Ahora volvemos a extender la masa hasta que alcance el medio centímetro de grosor, y cortamos porciones en forma de rosca, las cuales iremos poniendo sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal, y las taparemos después con un paño de cocina, dejándolas de nuevo reposar hasta que doblen su volumen, lo que tardará más o menos una hora.
Para freír los cronuts, lo que hacemos es poner una sartén con abundante aceite caliente. Los echamos a la sartén y los doramos por ambos lados.
Cuando estén, los sacamos sobre papel absorbente.

Preparamos ahora la cobertura poniendo a derretir el chocolate al microondas. Cuando esté, untamos la superficie superior en el chocolate, espolvoreamos con unas almendras crocantes y los dejamos enfriar.
Estos cronuts caseros son deliciosos.