¡Veréis qué buena está esta crema fría de calabacín y guisantes! Es una crema con una textura muy fina y un sabor muy suave, que sirve tanto para verano como para invierno, y que se puede tomar en cualquier momento al ser fría. De hecho, veréis que, cuánto más fría esté, más rica sabrá.
Poner una cacerola en el fuego y echar en ella el calabacín picadito, los guisantes, la cebolla picada, las patatas en rodajas muy finas, el caldo de verduras, el agua, el aceite y la sal al gusto. Poner todo a hervir a fuego medio durante media hora, removiéndolo de vez en cuando.
Pasada la media hora y con las verduras bien blanditas, triturarlo todo con la batidora y agregar los cuatro quesitos en porciones. Antes de servir la crema de calabacín y guisantes, pasarla por un colador y dejarla enfriar en la nevera durante dos o tres horas.