Mi abuela siempre hacía esta crema de champiñones con nata los días de fiesta. Es una crema suave y deliciosa, que a todo el mundo encantara.
En una cazuela con un poco de aceite pochamos la cebolla y el puerro picados de forma menuda.
Cuando veamos que ya están pochados añadiremos los champiñones limpios y troceados. Vamos a dejar que se hagan de 5 a 10 minutos a fuego lento. A su vez añadiremos unos granos de pimienta negra.
Pasado ese tiempo añadiremos la harina, mezclándola bien durante unos minutos para que pierda su sabor a crudo y después pasamos a añadir el caldo o en su defecto el agua junto con la pastilla de concentrado, y dejamos hervir unos 20 minutos a fuego lento. A continuación le añadiremos la nata y trituraremos la mezcla con la batidora. Para asegurarnos de tener una crema de champiñones más fina, la pasaremos después por el chino. Probamos y rectificamos de sal si fuese necesario.
Limpiamos y cortamos en taquitos un par de champiñones y los pasamos por la sartén con un poco de aceite y sal.
A la hora de servir la crema de champiñones y nata, ponemos una ración en cuencos individuales y a modo de guarnición ponemos sobre cada crema unos pocos de los taquitos del champiñón que acabamos de saltear y espolvoreamos pimienta negra recién molida.
Si quieres hacer la crema de champiñones un poco más especial y elevarla a categorías superiores, te aconsejo que ralles un poco de trufa. Le dará un sabor especial y más delicado. Si no tienes trufas frescas, puedes comprar trufas en conserva, y además de un poco de trufa también puedes añadir un poco del aceite en el que se conservan.