Un guiso con sabores de toda la vida, pero muy suave, saludable y ligero. Y es que la carne del conejo tiene grandes propiedades nutricionales, pocas calorías… y lo que es mejor, un precio estupendo. Todo una gozada para un plato suculento.
Paso 1:
Limpia bien el conejo de posibles impurezas, como restos de pelillos y del exceso de su grasa. Y si no lo has comprado troceado, hazlo con la ayuda de un cuchillo grande o machete, con cuidado de no astillar los huesos.
Paso 2:
Pica finamente el ajo y pica también la cebolla, bien menuda. Pica también en dados pequeños los pimientos verdes y pela y parte en rodajas las zanahorias. Por su parte, limpia el puerro de sus hojas exteriores y de sus partes más verdes y pártelo primero longitudinalmente en dos partes, y éstas, en rodajas finas.
Paso 3:
Añade sal y pimienta a los trozos de conejo y enharínalos, dándoles después suaves golpecitos con la mano, para retirar el exceso de harina. En una cazuela con un chorro de aceite a fuego vivo, dóralo bien y retíralo de la cazuela.
Paso 4:
Baja el fuego, y en el mismo aceite, dora un poco el ajo y añade inmediatamente después la cebolla. Póchalos juntos unos 5 minutos. Cuando la cebolla esté un poco hecha, añade los pimientos verdes, la zanahoria y el puerro. Añade después las setas partidas en varios trozos. Rehoga todo junto 5 minutos más.
Paso 5:
Añade el conejo -junto a los jugos que haya soltado en el plato en el que lo tenías reservado- y el vino tinto. Sube el fuego hasta que se haya evaporado prácticamente todo el vino. En ese momento, cubre el guiso con agua y mantén el fuego fuerte hasta que empiece a cocer, en ese momento, bájalo.
Paso 6:
Deja cocer durante 25 minutos y añade las patatas peladas y partidas en trozos. Rectifica, si fuera necesario, el punto de sal.
Paso 7:
Deja cocer 5 minutos más, hasta que las patatas estén tiernas. Para comprobarlo, prueba a pinchar una: cuando esté blandita, el guiso estará listo.
Sirve esta receta recién hecha, bien caliente. Puedes presentarla en bonitas cazuelas individuales... y con mucho pan, porque te encantará 'hacer barquitos' en su salsa.
Sugerencia:
Esta misma receta quedará exquisita, y mejorará mucho, si añades unos cuantos caracoles bien limpios al guiso.