Cogollos de tudela rellenos de queso de cabra

Reconocida como la más sana y equilibrada, la dieta mediterránea configura uno de los modelos nutricionales más saludables de cuantos existen a nivel mundial. Es también la mejor aliada para proteger nuestra salud y prevenir enfermedades. Porque una dieta sana se basa precisamente en la variedad y el equilibrio de los alimentos para que nuestro organismo reciba todos los nutrientes necesarios en la cantidad adecuada.

Estas serían las pautas a seguir para acercarnos a la dieta mediterránea y todos los beneficios que esta aporta. 

• El aceite de oliva debería ser la principal fuente de grasa por su calidad nutricional.
• Los alimentos de temporada, frescos y naturales, contienen un mayor número de nutrientes y son los más adecuados.
• Consumir alimentos de origen vegetal en abundancia: frutas, verduras, legumbres y frutos secos.
• Las especias, las hierbas, las cebollas y el ajo son una buena manera de introducir una variedad de aromas y sabores a los platos.
• El pan y los alimentos procedentes de cereales especialmente sus variantes integrales, deberían formar parte de la alimentación diaria.
• Consumir diariamente productos lácteos, preferiblemente en forma de yogur y queso bajos en grasa.
• La carne roja se tendría que consumir con moderación.
• Consumir pescado y huevos como fuentes de proteínas.
• El agua es la bebida por excelencia, pero también está recomendado un consumo moderado de vino.

Además de seguir un patrón alimentario, la dieta mediterránea es un estilo de vida y nos brinda una serie de consejos como pueden ser evitar el sedentarismo, cuidar el descanso y las horas de sueño, comer con moderación y dedicar tiempo a la selección y preparación de los alimentos y además tener en cuenta el papel esencial que juega una buena hidratación.

Os doy alguna idea de receta basada en la dieta mediterránea:

Preparación

Parte los cogollos longitudinalmente y descorazónalos.

Retira las hojas exteriores que estén más feas.

Mezcla el aceite de oliva, el vinagre de jerez y sal.

Cubre los cogollos con esta preparación, dejándolos durante 2 horas en el frigrorífico.

Corta el calabacín en brunoise (taquitos pequeños), saltea el calabacín, el ajo picado y el perejil.

Corta el queso en lonchas finas.

Extiende un papel film de plástico y sobre el pon capas intercalando el cogollo, el calabacín, el salmón y las lonchas de queso.

Enrolla el papel film presionando bien, para que no quede aire en su interior.

Manténlo así en el frigorífico durante 4 horas.

Para la vinagreta de zanahoria e hinojo

Corta las zanahorias y el hinojo en brunoise y rehógalos con la mantequilla y el aceite de oliva hasta que estén blanditos.

Tritúralo hasta que quede muy fino y mézclalo con aceite de oliva y el vinagre de sidra, resctifica de sal y añade las verduras picadas finamente.

Presentación

Quita el plástico una vez que a reposado el tiempo indicado.

Córtalo en trozos y coloca las rodajas en un plato en el centro, en un costado echa unas cucharadas de la vinagreta y sal Maldon, decora con alguna hierba.

Receta elaborada por Ángela Prieto, becada del II Campeonato Demos la Vuelta al día