El chutney es un acompañamiento típico de la cocina india. Se trata de una especie de confitura agridulce… sorprendente y deliciosa. Nos ayudará a dar un toque exótico a platos como un foie micuit, un solomillo de cerdo o cualquier plato al que le pegue una salsa agridulce.
Paso 1:
Pela y pica los mangos en trozos grandes quitando el hueso central. Pica la cebolla muy finita y ralla el jengibre.
Paso 2:
En una sartén amplia rehoga la cebolla a fuego lento durante 5 minutos con un chorrito de aceite. Cuando ya esté transparente, añade el mango , el jengibre, la guindilla y una pizca de sal y cocina durante 10 minutos más.
Paso 3:
En un bol, mezcla el vinagre, el zumo de naranja (también puedes utilizar zumo de piña, o una mezcla de ambos) y el azúcar. Añade a la sartén y cocínalo todo durante más o menos 30 minutos, a fuego suave, pero dejando que haga “chup chup” hasta que se reduzca el líquido. Al final de este tiempo, prueba y corrige el azúcar si fuera necesario. También se puede triturar un poco –aunque sea a groso modo- para que la textura sea más untuosaos
Truco:
Esta confitura tiene un toque picante. Según tus gustos, podrás potenciar el picante -añadiendo más cantidad de guindilla- o eliminarla, si no quieres que picor. Pero si tan sólo quieres un ligero toque picante, la mejor manera de asegurarte que no te vas a pasar es retirar la guindilla de la sartén en el momento de añadir la mezcla de vinagre, zumo y azúcar. Así, la guindilla habrá dejado su regusto tras rehogarse con la cebolla, pero no en exceso. Ademas, debes tener en cuenta que si trituras un poco el resultado, estando la guindilla en la preparación, el plato picará mucho más.