Puede que esto del ‘chop suey’ te suene a chino. Y no nos extraña porque es uno de los platos más clásicos de la cocina oriental. Literalmente significa ‘trozos cortados’, en este caso, de verduras y pollo, que son nuestros ingredientes base de la receta. Una receta que te inundará el paladar con el aroma exótico del jengibre o la salsa de soja, que se prepara en un periquete y que te hará viajar al lejano oriente como si tuvieras una máquina tele-transportadora.
Paso 1:
Lo primero que debes hacer es preparar el pollo cortando las pechugas en tiras y sazonándolas con un poquito de sal. Por otra parte, diluye la maicena en el caldo de pollo (¡verás qué toque le da a la receta!)
Paso 2:
Ahora vamos con las verduras. Pela las zanahorias y córtalas en bastones, también pica y limpia la cebolla (por cierto, puedes echar cebolleta en una cantidad similar). Haz lo mismo con las hojas de perejil o de cilantro y procura que te queden finitas. Mezcla la salsa de soja con la misma cantidad de agua (unos 100 ml en una receta para cuatro personas)
Paso 3:
Si tienes un wok te vendrá ideal para darle el toque oriental definitivo. Pero no te preocupes, que una sartén ancha y profunda te servirá igualmente. En cualquier caso, saltea con aceite caliente las tiras de pollo y posteriormente añade las zanahorias, el jengibre y la cebolla para rehogarlas.
Paso 4:
Cuando estén un poco hechas pero aún al dente, echa la salsa de soja y reduce al fuego. A continuación, vierte la mezcla de maicena y caldo. Sazona (si consideras que le hace falta) y revuelve todo con una espátula hasta que la salsa quede perfectamente ligada con el resto de los ingredientes.
Presentación:
¿Tienes palillos chinos en casa? Pues esta es la receta ideal para usarlos, aunque mejor tener a mano un tenedor por si nos cansamos pronto de no conseguir llevarnos un trozo a la boca. Eso dependerá de tu destreza, claro. Acompaña con un poco de arroz blanco (pero ojo que comer arroz con palillos ya es nivel avanzado).