Chapulines fritos

Un plato que jamás me hubiera imaginado comer, ya que yo soy muy escrupulosa y sobre todo por odio los insectos, son los chapulines. Los chapulines es un insecto pequeño, parecido al saltamontes que en México se come como herencia de la cocina prehispánica. La verdad que una vez te olvidas que estás comiendo insectos, dejando atrás los escrúpulos, están muy ricos y crujientes. Os cuento la receta por si os animáis a probarlos.

En primer lugar y tras haber tenido los saltamontes a remojo toda la noche, al ser posible 24 horas, los lavaremos y los pondremos en una olla a cocer.
Después y una vez los tenemos cocidos, los escurriremos y secaremos para no mojar el aceite de la sartén.
Mientras se escurren, pelaremos y cortaremos los ajos, cortaremos a cubos el chile serrano y la cebolla y, le quitaremos a los saltamontes las alas y las piernas.
A continuación, en una sartén o cazuela baja pondremos dos dedos de aceite para freír y, cuando esté caliente echaremos todo excepto los chapulines.
Una vez esté todo dorado y bien hecho, lo retiraremos del fuego con una espumadera para escurrir el aceite. Las verduras únicamente las hemos hecho para que el aceite coja sabor, pero si quieres puedes servirlas también en el plato.
Seguidamente, echaremos entonces los chapulines y los vamos moviendo hasta que estén crujientes y dorados del todo. Ahora, prepararemos un plato o fuente con papel de cocina y, cuando los saquemos del fuego, los dejamos escurrir sobre el papel para que empape el aceite.
Mientras prepararemos le plato.
Ponemos de base unas hojas verdes, seguidas de cebolla picada en juliana y la pulpa de unos aguacates partida en rodajas. Echamos por encima los chapulines fritos y los acompañamos con limón.

Atrévete porque sorprenden. ¡Todos a comer chapulines!