Un buen caldo de pescado con un poquito de pan acompañando es el plato perfecto para los días lluviosos de invierno.
Ponemos a cocer las cabezas y la cola de pescado en una cacerola con agua con sal, ajo y cebolla, y lo dejamos cocer. Ya listo, lo colamos y lo volvemos a salar.
Pelamos la cebolla, los ajos y el tomate, y lo cortamos en pequeños trocitos. Preparamos una sartén con aceite a calentar y hacemos un sofrito del tomate con la cebolla y los ajos hasta que pochen y se convierta en una especie de salsa. Echamos, siempre troceados, las zanahorias, los calabacines, la patata, las judías y el cilantro, y mezclamos bien todo. Echamos el caldo de pescado y dejamos que cueza. Añadimos el pescado troceado y un chile para que de sabor al plato.
Dejamos que se haga a fuego lento un mínimo de 1 hora, controlando siempre la textura de los trozos de pescado, y servimos bien caliente.