Lo que más añoro de mi tierra es a mi familia, mis amigos y mi casa pero si hablamos gastronómicamente, de lo que más me acuerdo son de los buñuelos de cuaresma y otros eventos, tan típicos en mi zona. Están riquísimos. Este dulce se puede encontrar en cualquier pastelería o tienda de alimentación pero como los hace mi abuela, mis tías y mi madre, no los hay iguales. Os dejo la receta y espero que os animéis a elaborarlos porque están de vicio.
En primer lugar, en un cazo pondremos la leche junto con el agua y la corteza de naranja y la sal . Después y en el momento que empiece a hervir, volcaremos la harina toda de golpe y comenzaremos a batir enérgicamente sin parar. A continuación y en cuanto se despega de las paredes, se retira del fuego y se van añadiendo los huevos de uno en uno mezclándolos bien cada uno hasta que se integren.
Tenemos que tener una sartén con aceite caliente pero que no demasiado caliente, y con una cucharita de las de café, iremos echando cucharaditas de la masa.
Nos ayudaremos con el dedo un poco mojado para echarlos en la sartén y que no se peguen a la cuchara. Luego y conforme se van dorando, los vamos poniendo en un papel absorbente para que suelten el exceso de aceite y finalmente se espolvorean con azúcar normal o glas.
¡Listos mis buñuelos de cuaresma!
CONSEJOS:
-El truco es hacer las bolita con una cucharita pequeña para que las bolitas se cuezan bien.