El atún con tomate frito es una de las mejores maneras de comer este pescado para mi gusto. Este plato acompañado de unas patatas fritas es suficiente completo para comer en condiciones y, además, te aguanta un par de días en la nevera perfectamente.
En primer lugar, limpiamos el atún, que puede venir limpio de la pescadería y nos ahorramos todo el trabajo, y lo sazonamos a nuestro gusto.
En una sartén, ponemos aceite en abundancia para marcar las rodajas de atún por los dos lados hasta que queden doradas. Una vez listas, las sacamos a un plato y las reservamos para después.
En una cacerola más bien grande, ponemos el tomate frito (hecho con pimientos está riquísimo y quedan muy bien con el atún) y, cuando esté caliente, que empezara a hervir, bajamos el fuego y echamos el atún. Movemos bien el atún con el tomate frito para que se mezclen y lo dejamos un par de minutos en la cacerola hasta servirlo.