Albóndigas de pollo con salsa de tomate

Receta de: Aves
Plato: Plato caliente, Segundo plato
Cocina: Ligera, Moderna, Para niños
Albóndigas de pollo con salsa de tomate
Fácil
31-40
151-300
€€
Albóndigas de pollo con salsa de tomate
Valoración media
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Ingredientes
  • Pollo (Carne picada, 250 gr.)
  • Pan de molde (1 rebanada)
  • Leche (65 ml.)
  • Tomates (enteros y pelados, media lata)
  • Cebolla (media)
  • Ajo (2 dientes)
  • Apio (media rama)
  • Zanahoria (1 ud.)
  • Perejil fresco (1 rama)
  • Harina (100 gr.)
  • Sal
  • Pimienta negra
  • Azúcar (1 cucharada)
  • Aceite de oliva vírgen
  • Pollo (Carne picada, 500 gr.)
  • Pan de molde (2 rebanadas)
  • Leche (120 ml.)
  • Tomates (enteros y pelados, 1 lata)
  • Cebolla (1 ud.)
  • Ajo (4 dientes)
  • Apio (1 rama)
  • Zanahoria (2 uds.)
  • Perejil fresco (2 ramas)
  • Harina (200 gr.)
  • Sal
  • Pimienta negra
  • Azúcar (2 cucharadas)
  • Aceite de oliva vírgen
  • Pollo (Carne picada, 750 gr.)
  • Pan de molde (3 rebanadas)
  • Leche (190 ml.)
  • Tomates (enteros y pelados, 1 lata y media)
  • Cebolla (una y media)
  • Ajo (6 dientes)
  • Apio (2 ramitas)
  • Zanahoria (3 uds.)
  • Perejil fresco (3 ramas)
  • Harina (300 gr.)
  • Sal
  • Pimienta negra
  • Azúcar (3 cucharadas)
  • Aceite de oliva vírgen
Elaboración

Se trata una receta que introdujeron los árabes... aunque hoy en día las albóndigas son una de esas recetas conocidas en el mundo entero. También es una receta de lo más versátil, dado que es posible hacer albóndigas con infinidad de materias primas, además de la tradicional carne picada de ternera. Te presentamos por una opción sana y ligera: albóndigas de pollo con salsa de tomate.

Paso 1:

Pela el ajo y pícalo muy finito. Divídelo en dos partes y reserva. Lava el perejil y pícalo también, tan finito como te sea posible. Reserva.

Paso 2:

Ahora tendrás que aliñar la carne que utilizarás en estas albóndigas de pollo con salsa de tomate... para que tengan así un sabor más intenso y especial. Para ello, en un bol amplio, que te permita mover la carne con soltura, pon las rebanadas de pan, y empápalo con la leche. Una vez que el pan se haya humedecido, veras que ha aumentado notablemente su tamaño... pues bien, en ese momento añade la carne picada de pollo, una de las mitades del ajo picado, el perejil fresco picado. Añade, finalmente, la sal y la pimienta negra recién molida.

Paso 3:

Mezclaremos la masa con las manos para que se unan todos los ingredientes y déjala reposar en la nevera durante un rato para que adquiera sabor. Para comprobar que la carne está en su punto de sal, lo ideal es probarla en crudo, una vez haya reposado... así no tendrás problemas de que las albóndigas queden sosas. Pero si no quieres probar la carne de pollo cruda (cosa que, en efecto, no es muy recomendable) puedes fiarte de tu mano y rectificar de sal con la salsa al final del guiso si fuera necesario.

Paso 4:

Mientras reposa la carne para las albóndigas, ve preparando la salsa de tomate. Para ello, pela las zanahorias y las córtalas en rodajas finas. Pela también la cebolla y el apio (el apio no es necesario pelarlo... pero sí quitarle alguna de sus fibras exteriores). Pícalos en brunoise, es decir, en dados pequeños.

Paso 5:

Acerca al fuego una olla amplia con un chorrito de aceite de oliva. Cuando esté caliente, añade la cebolla y deja pochar a fuego suave. Cuando la cebolla esté blandita y transparente, añade el apio, la zanahoria y el resto del ajo, pero entero y sin pelar... tan solo un poco roto. La mejor manera de romperlo es dándole un golpe seco con el envés de la hoja de un cuchillo. Deja sofreír unos minutos.

Paso 6:

Incorpora el tomate, tapa la olla y deja cocinar la salsa a fuego suave durante unos 30 o 35 minutos. Pasado este tiempo, y si las verduras están ya tiernas, tritura la mezcla hasta conseguir una salsa homogénea. Si prefieres una salsa con una textura más fina, solo tienes que pasarla por un chino o por un pasapurés.

Paso 7:

Vuelve a poner tu salsa de tomate en el fuego. Ahora será el momento de rectificar de sal y de añadirle el azúcar para restar la acidez del tomate.

Paso 8:

Ya es momento de formar tus albóndigas. Para ello, haz pequeñas bolas con la mezcla de carne... lo ideal es hacerlas de un tamaño medio, tirando a pequeño... pero hazlas en función de tus gustos y preferencias.

Paso 9:

Cuando estén listas todas las albóndigas, pásalas ligeramente por harina. Así, conseguirás que al freírlas queden más consistentes y no se deshagan en la salsa.

Paso 10:

Acerca una sartén al fuego con abundante aceite de oliva. Cuando esté bien caliente, ve friendo tus albóndigas en pequeñas tandas. Ve dándoles la vuelta para que se hagan por todos los lados y, cuando estén bien doraditas, retíralas a un papel absorbente.

Paso 11:

Incorpora tus albóndigas a la salsa de tomate y déjalas cocinar a fuego suave durante otros 30 minutos.

Presentación:

Sirve tus albóndigas de pollo con salsa de tomate recién hechas... aunque estamos ante uno de esos guisos que, como tantos otros, ganan de un día para otro. Una presentación muy original es servir estas albóndigas de pollo con salsa de tomate en bonitas ollitas individuales. Puedes acompañar con unos dados de patatas fritas.

Sugerencia:

No dudes el elaborar esta receta de albóndigas de pollo con salsa de tomate con la leche y la harina de marca DIA. Son de extraordinaria calidad y darán la textura deseada a estas deliciosas albóndigas.

Elaboración

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