Las albóndigas de carne picada con tomate de mi madre, son las albóndigas más ricas que he probado en toda mi vida. Ahora que vivo sola y lejos de casa, he pedido a mi madre que me de la receta porque no puedo mucho tiempo sin probarlas y ahora que tengo la receta, la quiero compartir con todos vosotros porque esta maravilla de comida no puede estás oculta, ja ja ja. Espero que las hagáis y os estén tan buenas como me lo están a mí.
Lo primero que haremos será coger el trozo de pan duro, lo vamos a pasar por agua y una vez que absorba todo el agua, lo tenemos que estrujar hasta que no saque ni gota.
Después, en un bol hay que mezclar y amasar hasta que esté homogénea la masa de: carne picada + pan + huevo, perejil + toque de pimienta negra ( no te pases) + sal + ralladura de limón.
A continuación, hay que hacer las albóndigas como bolitas, no las hagas demasiado grandes, después aumentan de volumen al cocerlas.
Seguidamente, en una cacerola (base ancha y no demasiado alta), vamos a poner el aceite. Luego y cuando esté caliente, hay que poner la cebolla con un toque de sal, hasta que la veas blanca y blandita.
Luego, vamos a añadir los trocitos de jamón serrano (unas vueltas), añadiremos el tomate triturado (de bote o si rallas dos tomates maduros mejor) con algo de sal. Los vamos a dejar cocer y ponemos las judías verdes a trocitos (unas vueltas). Terminaremos añadiendo el agua caliente y pondremos las albóndigas.
Hay que cocer a fuego fuerte durante unos 10 minutos (se deshaga el aceite que queda por encima). Vamos a bajar el fuego y dejar que se cueza durante unos 30 minutos en total, que no se que quede con salsa de textura líquida, sino semiblanda.
Finalmente y para terminar estas deliciosas albóndigas de carne picada con tomate, vamos a servir calientes, pero si te enfrían también están buenas.
¡Que aproveche!